One summer afternoon Mrs. Oedipa Maas came home from a Tupperware party whose hostess had put perhaps too much kirsch in the fondue to find that she, Oedipa, had been named executor, or she supposed executrix, of the estate of one ...
Sus lagrimas se borraron de sus mejillas de porcelana y de estos vinieron unos hoyuelos hermosos con una sonrisa tan grande. Parecía una peque?a ni?a a la cual le habían comprado una mu?eca. Pero esta vez la mu?eca para ella era su vida ...
?Mi Príncipe Encantado tiene hoyuelos. Él dejó de sonreír instantáneamente y apartó la mirada. Le volteó la cabeza hacia ella. ?No dejes de sonreír, Zarek. Me gusta ese lado tuyo. Sus ojos llamearon coléricamente. ...